Amor de marketplace
Estás en el laburo, aburrido,
te ponés a scrollear en Marketplace.
Ya sabés cómo es:
de repente te querés comprar algo
que ni sabías que necesitabas.
Y ahí, entre muebles viejos y ropa usada,
la ves.
Esa bici que te hace un guiño,
perfecta para los paseos del fin de semana
que te prometés hace meses pero nunca hacés.
El precio está bien,
la bici parece nueva,
y el vendedor está a unas cuadras de tu casa.
No hay mucho que pensar.
Le escribís un mensaje:
"¿Está disponible todavía?"
Y ahí empieza todo.
Esperás la respuesta con la misma ansiedad
con la que esperabas que te contestara esa chica
que te gustaba en el colegio.
Pasás un rato mirando la pantalla,
refrescando la conversación como un loco,
hasta que, ¡pum!, llega la notificación.
"Sí, está disponible. Si querés, pasá esta tarde".
Y el corazón te late un poco más rápido,
porque parece una tontería,
pero esas pequeñas cosas te alegran el día.
Salís del trabajo con una energía rara,
como si fueras a una cita.
Ya te imaginás andando por el parque,
la brisa en la cara,
el ruido suave de las ruedas en el asfalto.
Pero claro, todavía falta verla en persona.
Porque, ¿quién no se comió alguna vez
el verso de una foto que promete más
de lo que realmente es?
Llegás al lugar acordado,
una esquina cualquiera,
y ahí está el vendedor,
con la bici apoyada contra la pared.
Te acercás, la mirás de cerca,
y la verdad, está mejor de lo que esperabas.
El tipo te cuenta que la usó poco,
que la vende porque le ocupa lugar,
que está todo en orden.
Y vos, sin pensarlo demasiado,
le das la plata y te la llevás.
Es amor a primera vista,
lo sabés.
Te subís y empezás a pedalear,
con una sonrisa que no podés disimular,
como si te hubieras reencontrado con algo
que hacía tiempo te faltaba.
Volvés a casa dando una vuelta más larga de lo necesario,
disfrutando del momento,
como cuando conocés a alguien nuevo
y todo te parece perfecto.
Te sentís libre,
como si con cada pedalada
te sacaras de encima el estrés de la semana,
las preocupaciones,
el cansancio.
Es solo vos y la bici,
rodando por la ciudad,
como dos que acaban de empezar
una historia que promete.
Llegás a casa y la apoyás en la pared,
la mirás un rato,
y pensás que, por una vez,
Marketplace no te falló.
Capaz es una bici usada,
capaz tiene algunas marcas del tiempo,
pero para vos, es perfecta.
Esas cosas que vienen de segunda mano
siempre traen una historia atrás,
y vos, ahora, estás listo para sumar la tuya.
Porque, ¿quién dijo que solo de las personas
se puede enamorar uno?
A veces, las pequeñas cosas,
esas que parecen insignificantes,
te cambian el día,
o incluso la vida.
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