Despertar en la realidad de los amores milenialssss
¡Vamos a hablar claro! Si estás leyendo esto, es porque alguna vez te preguntaste qué carajo está pasando con ese amor que no es ni amor ni es nada. Sí, ese que te hace sentir mariposas en el estómago, pero más bien parece una plaga de insectos. Lo peor es que, en lugar de volar al paraíso, terminamos en un jardín lleno de malas hierbas, lleno de promesas rotas y corazones en pedazos.
Primero, hagamos una cosa: déjate de cuentos. El amor no es un cuento de hadas. Las mariposas no siempre vuelan en círculos románticos, y las historias de amor no siempre terminan en un “y vivieron felices para siempre”. El amor real es mucho más complicado, más ruidoso y, a veces, bastante ridículo. ¿Por qué? Porque las personas no siempre sabemos lo que queremos, y cuando lo sabemos, no siempre sabemos cómo decirlo.
Ahora, si estás en una relación que se siente como una novela de terror, no te preocupes, no estás solo. Hay un montón de personas por ahí que están en el mismo barco, navegando entre tormentas emocionales y buscando un faro que les diga que todo va a estar bien. La realidad es que, a veces, el faro está más cerca de lo que pensas. Todo lo que necesitas es abrir los ojos y dejar de esperar que alguien más te diga cómo vivir tu vida.
En lugar de buscar el amor en los lugares equivocados, empezá por buscarte a vos mismo. Sí, ya sé, es la típica frase de autoayuda, pero acá te va un consejito posta y grábatelo; Conocerte a vos mismo es el primer paso para dejar atrás esos amores de mierda que te hacen sentir más confundido que un camaleón en una fábrica de confites.
Así que, la próxima vez que te encuentres en una relación que te está sacando canas verdes, recorda: el primer amor que debes cuidar es el amor propio. Deja de buscar en los demás lo que no aprendiste a encontrar en vos mismo. El amor verdadero no es perfecto, pero al menos no debería ser un desastre total.
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