Vos vales el amor, no la pena
Mirá, el amor no es un campo de minas. No tenés que andar caminando con miedo, pisando con cautela, esperando que en cualquier momento te explote algo en la cara. No es normal vivir con la ansiedad de que te van a fallar, de que te van a dejar tirado, de que el amor se va a convertir en una condena.
Te lo voy a decir claro: vos no merecés ser un rehén del amor. Vos merecés vivirlo como lo que es, una experiencia, no una tortura. Si alguien te hace sentir menos, si alguien te hace pensar que tu valor depende de lo que haga o deje de hacer esa persona, entonces es hora de sacar el freno de mano. Porque no viniste al mundo para ser una pieza de ajedrez en el tablero de otro.
Y no, no te confundas. No te estoy diciendo que el amor es un paseo por el parque, ni que todo tiene que ser fácil. Te estoy diciendo que vos valés el amor verdadero. Ese que no te hace sentir inseguro, ni te llena de dudas. Ese que no te va a dejar llorando por la noche, ni te va a hacer sentir que todo lo bueno depende de alguien más.
El amor es un regalo, no una condena. Si alguien no sabe cómo darte lo que merecés, entonces ¿para qué seguir ahí? Vos valés la pena, no el sufrimiento. Vos merecés ser amado sin condiciones, no soportar un drama que no te pertenece. El amor no tiene que doler, y si duele, entonces no es amor, es otra cosa.
Dejemos de idealizar el sufrimiento, porque nadie, pero nadie, merece sentirse menos por querer ser amado. Vos valés el amor, no la pena. Y esa es la única verdad que hay que entender.
Comentarios
Publicar un comentario