Te diste cuenta tarde de lo que perdiste
Siempre pasa lo mismo, y no importa cuántas veces te lo digan: el amor no es para siempre, y cuando lo dejás ir, ya no hay chance. Nadie te avisa que el tiempo es un hijo de puta, que el amor se va en silencio y cuando te das cuenta, ya está todo roto. El problema, flaco, es que te creíste el boludeo de que “siempre hay tiempo” y no lo hay. Nadie te avisa que las oportunidades no se repiten.
Y ella, pobre, te esperó. Te esperó a vos, a tus promesas vacías, a tus excusas de mierda. Le tiraste siempre lo mismo: “estoy cansado”, “tengo muchas cosas en la cabeza”, “estoy ocupado con el laburo”. Pero la verdad es que a vos no te importaba. El problema es que ella siempre estuvo ahí, al pie del cañón, bancándote, aguantando tu desidia y la mierda que le tirabas, hasta que un día, ya no aguantó más.
Y el tipo, como siempre, creyó que todo iba a seguir igual. Pensó que podía seguir viviendo en la mentira, en esa zona de confort donde nada pasa y todo se va a solucionar solo. Pero no, hermano. Ella no esperó más. No iba a seguir viviendo en tu “te quiero” vacío y en tus noches frías en las que ni siquiera la tocabas. Y cuando se fue, te diste cuenta, pero ya era tarde.
Lo peor, lo más feo, es que te diste cuenta tarde, cuando ya no quedaba nada. Te diste cuenta cuando ya no tenías más que excusas, cuando ya no tenías más ganas de pelear, porque la pelea, papá, ya no era tuya. Ella ya se había ido, no porque no te quisiera, sino porque estaba harta de esperar un amor que nunca llegaba. Y lo peor es que en el fondo, te duele, pero no podés decir nada. Porque sabés que la cagaste, sabés que la dejaste ir. Y eso, hermano, no tiene vuelta.
Y ahí te quedás, con las manos vacías, con un montón de recuerdos que no sirven para nada, porque ya no vas a volver a encontrar lo que perdiste. No importa cuánto lo llores, no importa cuánto te arrepientas. El amor no perdona, y cuando lo perdés, ya no hay forma de recuperarlo. Y ese es el verdadero castigo: saber que la cagaste, y que ahora, por más que quieras, ya no podés hacer nada para arreglarlo.
Comentarios
Publicar un comentario