¿Cuánto más pensás aguantar?

Porque lo tuyo no es amor, es una condena. Te encadenaste a alguien que ni siquiera sabe que vos existís más allá de su propio ego. Te tiene porque puede, porque sabe que te quedás. Porque vos siempre estás, siempre perdonás, siempre buscás una excusa para justificar lo injustificable.

Te lastima y después te consuela, como si eso fuera suficiente para borrar las marcas. ¿Y sabés qué? Eso es violencia. No te pega, pero duele igual. Porque cada vez que te dice que te ama, te pone un grillete invisible. Y vos te lo creés. Porque querés creerlo. Porque preferís vivir con la mentira antes que enfrentar la verdad: nunca te quiso de verdad.

Te lo digo así, de frente. Si te quisiera, no tendrías que estar llorando por mensajes que no llegan, por promesas que no cumple, por explicaciones que no tienen sentido. No hay amor en alguien que te hace sentir tan poco. Salí de ahí. O quedate, pero no te quejes. Porque el infierno también es una elección

Comentarios

Entradas populares