A la mierda el "vamos despacio por que vamos lejos"

No me importa que vayamos rápido, ¿sabés? No sé quién inventó esa boludez de que las cosas buenas llevan tiempo, porque con vos todo pasa y punto, no hay qué calcular. ¿Qué mierda voy a calcular si cada vez que hablamos siento que te conozco desde siempre? Como si ya hubiéramos vivido mil historias y esta fuera la segunda vuelta. La gente te dice “tranqui, andá despacio”, pero, ¿cómo vas a ir despacio si cuando algo te pega, te pega? No te fijás en cuánto tardó, solo lo sentís. Y con vos lo siento. Cada palabra, cada risa, cada silencio hasta cómodo.
Y después está el tema de la distancia, porque claro, la vida nunca te la hace fácil. Pero mirá, si vos me pedís que cruce medio país, lo cruzo. Si hay que cortar kilómetros con unas tijeras, las agarro y le doy, porque lo complicado nunca me asustó. Lo que me asusta es quedarme sin intentarlo, eso sí. Quedarme con la duda de qué podría haber pasado. Porque la gente que dice “dejá, es mucho lío”, no entiende un carajo de lo que significa sentir algo así. No sé si es amor, o el inicio, o qué, pero se siente bien. Bien de verdad, ¿me entendés?
Y lo mejor es que no tengo que andar chamuyándote, ni pensando qué decir para impresionarte. Con vos soy yo, con todo lo bueno y lo roto que traigo. Me dejás ser, y eso ya es más de lo que cualquiera hizo por mí en mucho tiempo. Así que no, no importa si vamos rápido, si no sabemos cómo ni dónde vamos a terminar. Lo único que importa es que ahora estamos, y eso para mí ya es un montón. Porque pocas veces en la vida encontrás algo que te haga sentir así. Y cuando lo encontrás, te la jugás, sin pensar.