La nostalgia




Hay una nostalgia extraña
que viene de lo que no fue,
de esos caminos que no tomamos,
de las palabras que se quedaron atrapadas
en la punta de la lengua,
esperando un momento que nunca llegó.
Es una tristeza suave,
casi imperceptible,
que se esconde en los rincones
de nuestros pensamientos,
apareciendo de vez en cuando
cuando el silencio se hace profundo
y la mente empieza a divagar.
La nostalgia de lo que no fue
es pensar en esas oportunidades
que dejamos pasar,
en esas decisiones que,
por miedo o por duda,
elegimos no tomar.
Es imaginar cómo hubiera sido
si hubiéramos tenido el valor
de seguir otro camino,
de decir "sí"
cuando dijimos "no".
Es recordar a esas personas
que pasaron por nuestra vida
pero nunca se quedaron,
esas conexiones que se sintieron incompletas,
como un libro que quedó a medias,
con capítulos que nunca se escribieron.
Nos preguntamos qué hubiera pasado
si hubiéramos dado un paso más,
si hubiéramos dejado que el corazón
tomara la palabra.
Pero también hay algo hermoso
en esa nostalgia,
en ese anhelo por lo que no fue.
Nos recuerda que estamos vivos,
que sentimos,
que cada elección nos llevó a donde estamos hoy.
Nos enseña que la vida está llena de bifurcaciones,
de momentos que podrían haber sido distintos
pero que, de alguna manera,
nos han hecho quienes somos.
La nostalgia de lo que no fue
no es solo tristeza,
es también un homenaje
a las posibilidades infinitas
que la vida nos ofrece,
a los caminos que aún podemos recorrer,
a los sueños que todavía están por realizarse.
Porque aunque no podamos cambiar el pasado,
siempre podemos aprender de él,
y en esa nostalgia suave
encontrar la fuerza para seguir adelante,
para tomar nuevas decisiones,
para crear nuevas historias,
sabiendo que, al final,
lo que no fue también forma parte
de lo que somos. 

Comentarios

Entradas populares