Fue amor a primer WhatsApp

 

Fue amor a primer WhatsApp,

cuando tu mensaje apareció en mi pantalla

y, de repente, las palabras tenían otro sabor,

otra chispa.

No era solo un texto,

era la promesa de algo más,

algo que no entendía pero que ya me hacía sonreír.

Fue amor a primer WhatsApp,

cuando tu "hola" se sintió como un abrazo,

como un susurro en medio del ruido,

como si el mundo se achicara

y solo existiéramos vos y yo,

hablando de cualquier cosa

hasta que la noche se hiciera mañana.

Me enamoré de tu forma de escribir,

de cómo hacías que cada mensaje

fuera una invitación a conocerte más,

a descubrir quién sos

detrás de cada emoji,

de cada sticker que me mandabas

y que parecía tener un pedacito de vos.

Fue amor a primer WhatsApp,

cuando tus audios

se volvieron la banda sonora de mis días,

y tu risa, mi melodía favorita.

De a poco, me fui enganchando,

esperando cada notificación,

como si cada "ping" fuera una excusa

para sentirme más cerca tuyo.

Y así, entre chats y emojis,

entre conversaciones que se alargaban sin fin,

me di cuenta de que te estaba queriendo,

que en cada palabra tuya había algo especial,

algo que no se explica,

pero se siente.

Fue amor a primer WhatsApp,

y ahora cada vez que suena mi celular,

espero que seas vos,

porque ya no me imagino

otro lugar donde quiera estar

que no sea en esa conversación

donde todo comenzó.